Que nadie piense en mí, soy diferente hoy, aquel que me llenó la vida
ya no vive aquí. La voz que me cantó al oído ya se marchitó y el sol de su mirada ya se fue...
ya no vive aquí. La voz que me cantó al oído ya se marchitó y el sol de su mirada ya se fue...
Ya nada cambiará, volver a comenzar es imposible.
Se me apagó la voz aquella tarde y no me queda nada que decir.
Tan sólo recordar...
Se me apagó la voz aquella tarde y no me queda nada que decir.
Tan sólo recordar...
Me llenó de amor y puso mil caricias en mis manos.
Pero todo acabó, ya todo terminó y quedan mil heridas en el alma.